QUIERO DEJAR DE ODIAR PERO ¿COMO?

Hoy en día es muy fácil odiar. Podemos odiar a un padre distante y falto de cariño que nos hizo daño, los terroristas que matan indiscriminadamente niños pequeños y hasta un jefe falto de escrúpulos que siempre nos está amedrentando diciendo que no producimos suficiente. (actitud negativa)

Lo peor de todo es que ese odio nos hace un daño interior enorme, oculta nuestro amor y a veces hasta lo hace desaparecer.

Hay quien dice que es posible odiar a algunas personas y amar totalmente a otras, pero esto es erróneo. Nuestro corazón no puede estar lleno de odio y de amor al mismo tiempo. Si observamos a las personas felices que conocemos veremos que no solo aman a su familia y odian a otros. Seguro que estas personas tienen cosas buenas que decir y hacer a la mayoría de la gente y además no se crean enemigos ni situaciones en las que tengan miedo.

El odio es muchas veces miedo camuflado. Cuando una persona nos ofende y nos hiere cruelmente la odiamos y ese odio esconde el miedo a que nos vuelva a hacer daño, por eso recordamos esa escena en la que sufrimos porque no queremos que se vuelva a producir.

Podemos impedir que esa persona nos vuelva a hacer daño hasta incluso de pensamiento y esa forma es por medio del perdón. PERDONA Y PERDONATE.

El perdón no cambia lo que ha sucedido. El recuerdo está, el oprobio no desaparece pero SI la pared que el odio a construido tapando a nuestro amor.

Perdonar no es olvidar sino dejar a un lado el odio y haciendo esto nos quitamos un peso de encima y nos hacemos un gran favor a nosotros mismos.

No es necesario decirle a esa persona que nos ha hecho daño que la hemos perdonado. Pero hagámoslo de corazón. Perdonemos hasta a esa persona que ya murió. Saquémosnos el odio y el daño del corazón.

En nuestra salud el odio nos crea una estimulación permanente del sistema nervioso simpático y favorece la inmunodepresión, dolor muscular, colitis, úlceras, ataques al corazón, derrame o embolias, pérdida de memoria, jaquecas, deterioro de las funciones cognitivas, insomnio, hipertensión y por supuesto la falta de paz mental.

Para muchas personas es fácil perdonar a otros y lo difícil es perdonarse a ellas mismas. El odio más negativo es el dirigido a uno mismo y nuestra sociedad autocrítica fomenta este tipo de actitud destructiva fomentando dudas en nosotros, de cómo nos comportamos, despreciándonos y manteniendo el tipo de pensamiento de que estoy gord@, soy demasiado pobre, demasiado tont@, fe@ etc….

Este odio contra nosotros en el fondo es miedo a  no ser amados y ¿quién de todas las personas que nos rodean es perfecta? Yo no veo ninguna y  ¿ustedes?….

Si tenemos miedo de no valer lo suficiente siempre nos daremos excusas para vernos más imperfecciones y así ir retroalimentándonos ese miedo. Hacer algo por los demás es un acto muy agradable que despierta nuestro amor y nos crea lazos con los demás disminuyendo nuestro miedo. (actitud positiva)

A las personas felices no les preocupa la imperfección y se separan del miedo. El miedo a no valer esta impregnado en todos pero ese miedo nunca es tan fuerte como el amor.

Pongamos en nosotros el apreciarnos, amarnos y eliminemos ya de una vez el odio y el miedo. (actitud positiva)

Practiquen el PERDÓN, PERDÓNENSE. El perdón requiere práctica, PRACTIQUEN el perdón…

Me gustaría que me dejara un comentario sobre este artículo que acaba de leer y también cuénteme un poco y dígame cuál es su principal frustración sobre este tema, YO personalmente estaré contestando sus preguntas y comentarios.